San Francisco Javier es ejemplo del entusiasmo desde la humildad para propagar la fe de Nuestro Señor Jesucristo a todos aquellos a los que les faltaba por conocer el Reino de Dios.
San Francisco Javier. Parroquía en Málaga. |
Nació en Javier, cerca del río Aragón en un valle próximo a los Pirineos en el reino de Navarra, sexto hijo de Juan de Jasso y María de Azpilueta el 7 de abril de 1506, de familia pudiente, su padre era uno de los hombres más importantes de Navarra, el de más confianza del rey de Navarra, aunque pronto siendo aún muy joven, el padre falleció, el Castillo de Javier fue demolido como resultado de la sublevación que Navarra tuvo con Castilla, quedando mermada y muy afectada la economía familiar, tras sus primeros estudios se fue a la Sorbona de París en 1525, allí formó un buen grupo compacto gracias a San Ignacio de Loyola que lo atrajo a su propósito de expansión de la fe, comenzando el inicio de la aventura jesuita el día de la Asunción de 1534. A partír de este año Javier fue un misionero incansable, de gran energía y entusiasmo desde la humildad y la pobreza propia, Todo su afán era servír, mostrarse alegre a los demás, no importarle las dificultades que se presentaban, y en medio de ello llevar la Verdad y la Luz de Cristo, el hombre se puede salvar, comenzar el Reino, el amor mutuo, volcarse en los más necesitados.
Nuestra Señora de Javier.Patrona de la ciudad. |
Destacar del santo dos etapas quizás decisivas en su corta vida pero inmensa en frutos para el Señor:
- la infancia y primera juventud junto a su madre que le inculcó la fe en Cristo, y dos imágenes a las que tenía gran devoción, Ntra. Sra. de Javier y el Cristo de la Sonrisa.
Cristo de la Sonrisa. Siglo XV talla gótica en madera de nogal Javier. |
- durante su etapa de formación universitaria, conocer a San Ignacio de Loyola y seguir su misión.
Fue canonizado por la Iglesia el 12 de marzo de 1622 por Gregorio XV, Papa.
En 1904 el Papa Pio X lo nombró patrono de la Propagación de la Fe y Patrón universal de las misiones.
Se celebra en su honor una novena de gracia del 4 al 12 de marzo de cada año, contando con la indulgencia plenaria para quien la realice cumpliendo los nueve días y en uno de ellos confiese, comulge y ruege por las intenciones del Papa.
Aquí os dejo una oración que compuso el santo:
Eterno Dios, Creador, de todas los cosas, acordaos que Vos
creásteis las almas de los infieles, haciéndolos a vuestra imagen y semejanza.
Acordaos, Padre Celestial, de vuestro Hijo Jesucristo que, derramando tan
liberalmente su sangre padeció por ellas. No permitáis que sea vuestro Hijo por
más tiempo menospreciado de los infieles, antes aplacado con los ruegos y
oraciones de vuestros escogidos los Santos y de la Iglesia, Esposa benditísima
de vuestro mismo Hijo; acordaos de vuestra misericordia y, olvidando su
idolatría e infidelidad, haced que ellos conozcan también al que enviásteis
Jesucristo, Hijo vuestro, que es salud, vida y resurrección nuestra, por el
cual somos libres y nos salvamos, a quien sea dada la gloria por infinitos
siglos de los siglos. Amén.
Hoy día en la medida personal de cada uno tenemos la misión de propagar la fe de Nuestro Señor,
pidamos la intercesión del Santo, que en aquellos años necesitaba de desplazarse en largos y duros viajes, hoy conocemos
medios más rápidos, al igual que tenemos muy cerca a donde acudir para presentar, dar a conocer la Buena Nueva de Nuestro Señor, muy cerca, al lado mismo de casa, en estos tiempos muchos son los que están faltos de conocer la Verdad, los que se apartaron por desencanto, los confundidos con luces que brillan pero no iluminan, así pues, como dice el Papa Francisco, convirtámonos en agentes evangelizadores, y llevemos nuestra fe a los demás.
Para ello perseverar en la formación cristiana, devoción eucarística, oración y obras de misericordia.
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