Estos bienes, privilegios están en posesión de aquellos llenos de la luz del Señor, que han visto el poder supremo, que lo sienten, que quieren entregarse de pleno a las maravillas del Señor, y para compartir tanto bien, tanta bondad, hacen por sanar a todos los hombres con la Palabra, que llena de amor; un espíritu entregado a quien lo recibe con fuerza purificante y alegre.
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| "San Pablo". El Greco Museo de Arte de San Luís Missouri. USA |
Cristo Nuestro Señor enviaba a los discípulos de dos en dos para llevar con ellos la buena nueva, llevar el evangelio por todos los lugares encomendados, ellos sabían, los discípulos como estaba el mundo, por eso Jesús también les dijo "os envío como corderos en medio de lobos", y como tenían que proceder.
¡Cómo estaba el mundo, y cómo está el mundo!
La misión sigue en pie, y conseguir llevar la Verdad y la Vida por este mundo es tarea harta difícil, por tanto que hay por hacer y tan pocos dedicados enteramente al Señor para llevar su mensaje divino, para establecer la paz, el amor y la verdad que sanen y salven al hombre frente al mal. Jesús también les dijo a sus discípulos: "La mies es mucha y los obreros pocos", a la vez que exhortaba a todos pedir "al Dueño de la mies que envíe obreros a sus mies".
Cada cual con su carisma, con su aportación plena al Señor entregarse a la tarea de propagar las grandezas y maravillas del Evangelio, todo cuenta, todo vale si se persevera en la fe y se transmite a los demás, con la forma de ser cristiana; siempre vamos a recibir un espíritu de energía, amor y buen juicio.
La Iglesia lugar donde todos nos sentimos Hijos de Dios, y donde todos debemos remar en la misma dirección, es la base fuerte y duradera donde apoyarse continuamente, lugar de encuentro y de oración tanto individual como colectiva hacia el Señor, lugar donde perseverar en la fe sin dejar de meditar, reflexionar, orar, y adorar al Santísimo Sacramento del Altar, porque Dios está presente en Cuerpo y Alma para todos nosotros y recibimos una Comunión con Él, con su Cuerpo y su Alma en la Sagrada Eucaristía, ¡qué suerte, qué privilegio!
Más aún, toda una maravilla, tenemos la fundamental guía maternal, dulzura, belleza, purísima, de la Virgen María, Madre de Jesús, Sagrario Bendito del Cuerpo del Señor hecho hombre, ejemplo de humildad, estando junto a Ella nunca abandonaremos el seguir siempre a su Hijo, como Ella hizo, porque es el mejor camino para llegar a la Gloria y a la Vida prometida.
Así pues, se trata de una misión apasionante entregarse a evangelizar, a pesar de las dificultades, pues se cuenta con una gran fuerza para superarlas.
Por: Fabio Antonio Fernández Torres.
Presidente del turno "Virgen de las Penas"
A.N.E. Málaga.
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