sábado, 26 de noviembre de 2016

EMBOTADOS EN LO MUNDANO

Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,34-36)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre".

¿Ha ganado la batalla lo mundano sobre lo espiritual? Viendo la situación actual, podríamos afirmar que si, evidentemente todo lo que suena y resuena en nuestros días se aleja de lo espiritual, no se le da valor; lo mundano ofrece una sensación de bienestar, de comodidad, al mismo tiempo se aleja de la ayuda al prójimo, solo busca la felicidad individual, fugaz, de sensación, como esa colonia que hay que le llaman splash, que solo huele en el momento de echarse e inmediatamente deja de oler, así es esa felicidad mundana; no escapan de ello los que se llaman cristianos que entran en este juego, aquellos que parecen que tienen el seguimiento de Cristo como una tradición, como un sitio donde se sienten cómodos y se reúnen para tratar más de asuntos mundanos que espirituales, donde son capaces de aguantar cinco horas entorno a ágapes y bebidas y media hora de oración les parece una loza pesada que soportar,
esos que se toman la religión casi como un número circense y se preocupan más concienzudamente en adornos y florituras que en consolidar una buena formación cristiana para ser también evangelizadores de la luz de Cristo por su entorno practicando la misericordia y sus obras. No es así, con otros que haciendo esa labor no dejan en segundo plano lo espiritual.
Pero ya esto está avisado en la Palabra, y por eso el Señor nos advierte de estar siempre despiertos en todo tiempo, porque si bien Dios es grande y misericordioso, también nos quiere libres y santos. Si estamos atado a lo mundano, si nos abandonamos a esa suerte y no pretendemos llegar a la santidad, aunque caigamos mil veces, y mil veces nos levantamos y nos mantenemos en pie, buscando el perdón y dando el perdón, siendo siempre misericordiosos como Él hacia nosotros, no lograremos su Amor misericordioso.
En esta época está de moda perseguir, humillar, e insultar a la Iglesia católica y a sus miembros, es molesto para los alejados de Dios verdadero, sus valores no sirven para ello. ¡Cuidado con la Bestia, que está viva!.
A pesar de todo, y también anunciado pocos son los elegidos, tenemos que seguir un camino que nos lleve a ser elegidos, con humildad, con entrega y generosidad, quien tenga esa fe, la del reino del amor, la de la resurrección que lo viva y lo propague.
Hay que perseverar con alegría en la fe, la que nos regala el Señor cada día, cada momento.
No nos embotemos en lo superficial, en lo mundano, en lo que no toca a Dios, en cambio, vamos hacia el menesteroso, sacudamos de nosotros la soberbia y el interés propio y estemos presto para Dios y para los hombres.
 
Fabio Antonio Fernández Torres.
Málaga.

domingo, 13 de noviembre de 2016

UN SOL DE JUSTICIA

"... a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas". (del libro de Malaquias, cap. 3).

Dios es justo, no admite la injusticia ni lo malvado de los hombres, pues eso no es obra suya, los hombres que son sus criaturas, sus hijos, aquellos que lo conocen y lo honran recibieran siempre lo más bello de su reino y la misericordia para que muchos de los alejados recobren la luz y la verdad.

El camino no es fácil porque ya sabemos de las dificultades que se presentan, de las tentaciones durante la andadura por esta vida terrenal, gracias a Jesucristo sabemos como huir de las mismas, contamos con el apoyo de nuestra Iglesia y la fuerza del Espíritu Santo cuando lo buscamos, y por supuesto la atención de la Santísima Virgen, así contamos con una fuerte e inestimable ayuda espiritual que Dios nos coloca en nosotros y a nuestro lado.

Un sol de justicia recibirán de Dios todos los que honran su nombre y recibirán la salud más eterna, una vida nueva y mejor, distinta, diferente, impensable; pero si en esta vida vemos parte del reino en las bellezas que podemos admirar, ¿qué nos tendrá reservado Dios en esa otra vida después de la resurrección? no habrá penalidades, sólo gloria.

 
Profeta Malaquías, icono ruso
 
 
 
No quiere Dios que estemos los hombres enfrentados unos con otros, todo lo contrario pide que haya amor, un estar volcados y prestos al prójimo, cada persona con su carisma y sus diferencias debe admitir esas circunstancias y comprobar que con el diálogo, la buena conciencia y la caridad se consiguen cubrir las necesidades de todos.
 
Misericordia, mucha misericordia hay que tener, siempre, no sólo en este casi a punto de clausurarse Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia que nos otorgó el Papa Francisco. Dios que es grande y misericordioso concede el perdón al instante de aquel arrepentido que subsane las faltas cometidas, pues de nuevo recobra el camino justo.
 
La fe hay que alimentarla: formación, oración, obras de misericordia y Eucaristía.
 
Fabio Antonio Fernández Torres.
 
 

 
 

 



Iglesia de San Antonio de Lisboa

Iglesia de San Antonio de Lisboa. Moneda recuerdo de la visita a la Iglesia de San Antonio Junto a la catedral de Lisboa, en la freguesia (b...