sábado, 26 de noviembre de 2016

EMBOTADOS EN LO MUNDANO

Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,34-36)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre".

¿Ha ganado la batalla lo mundano sobre lo espiritual? Viendo la situación actual, podríamos afirmar que si, evidentemente todo lo que suena y resuena en nuestros días se aleja de lo espiritual, no se le da valor; lo mundano ofrece una sensación de bienestar, de comodidad, al mismo tiempo se aleja de la ayuda al prójimo, solo busca la felicidad individual, fugaz, de sensación, como esa colonia que hay que le llaman splash, que solo huele en el momento de echarse e inmediatamente deja de oler, así es esa felicidad mundana; no escapan de ello los que se llaman cristianos que entran en este juego, aquellos que parecen que tienen el seguimiento de Cristo como una tradición, como un sitio donde se sienten cómodos y se reúnen para tratar más de asuntos mundanos que espirituales, donde son capaces de aguantar cinco horas entorno a ágapes y bebidas y media hora de oración les parece una loza pesada que soportar,
esos que se toman la religión casi como un número circense y se preocupan más concienzudamente en adornos y florituras que en consolidar una buena formación cristiana para ser también evangelizadores de la luz de Cristo por su entorno practicando la misericordia y sus obras. No es así, con otros que haciendo esa labor no dejan en segundo plano lo espiritual.
Pero ya esto está avisado en la Palabra, y por eso el Señor nos advierte de estar siempre despiertos en todo tiempo, porque si bien Dios es grande y misericordioso, también nos quiere libres y santos. Si estamos atado a lo mundano, si nos abandonamos a esa suerte y no pretendemos llegar a la santidad, aunque caigamos mil veces, y mil veces nos levantamos y nos mantenemos en pie, buscando el perdón y dando el perdón, siendo siempre misericordiosos como Él hacia nosotros, no lograremos su Amor misericordioso.
En esta época está de moda perseguir, humillar, e insultar a la Iglesia católica y a sus miembros, es molesto para los alejados de Dios verdadero, sus valores no sirven para ello. ¡Cuidado con la Bestia, que está viva!.
A pesar de todo, y también anunciado pocos son los elegidos, tenemos que seguir un camino que nos lleve a ser elegidos, con humildad, con entrega y generosidad, quien tenga esa fe, la del reino del amor, la de la resurrección que lo viva y lo propague.
Hay que perseverar con alegría en la fe, la que nos regala el Señor cada día, cada momento.
No nos embotemos en lo superficial, en lo mundano, en lo que no toca a Dios, en cambio, vamos hacia el menesteroso, sacudamos de nosotros la soberbia y el interés propio y estemos presto para Dios y para los hombres.
 
Fabio Antonio Fernández Torres.
Málaga.

domingo, 13 de noviembre de 2016

UN SOL DE JUSTICIA

"... a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas". (del libro de Malaquias, cap. 3).

Dios es justo, no admite la injusticia ni lo malvado de los hombres, pues eso no es obra suya, los hombres que son sus criaturas, sus hijos, aquellos que lo conocen y lo honran recibieran siempre lo más bello de su reino y la misericordia para que muchos de los alejados recobren la luz y la verdad.

El camino no es fácil porque ya sabemos de las dificultades que se presentan, de las tentaciones durante la andadura por esta vida terrenal, gracias a Jesucristo sabemos como huir de las mismas, contamos con el apoyo de nuestra Iglesia y la fuerza del Espíritu Santo cuando lo buscamos, y por supuesto la atención de la Santísima Virgen, así contamos con una fuerte e inestimable ayuda espiritual que Dios nos coloca en nosotros y a nuestro lado.

Un sol de justicia recibirán de Dios todos los que honran su nombre y recibirán la salud más eterna, una vida nueva y mejor, distinta, diferente, impensable; pero si en esta vida vemos parte del reino en las bellezas que podemos admirar, ¿qué nos tendrá reservado Dios en esa otra vida después de la resurrección? no habrá penalidades, sólo gloria.

 
Profeta Malaquías, icono ruso
 
 
 
No quiere Dios que estemos los hombres enfrentados unos con otros, todo lo contrario pide que haya amor, un estar volcados y prestos al prójimo, cada persona con su carisma y sus diferencias debe admitir esas circunstancias y comprobar que con el diálogo, la buena conciencia y la caridad se consiguen cubrir las necesidades de todos.
 
Misericordia, mucha misericordia hay que tener, siempre, no sólo en este casi a punto de clausurarse Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia que nos otorgó el Papa Francisco. Dios que es grande y misericordioso concede el perdón al instante de aquel arrepentido que subsane las faltas cometidas, pues de nuevo recobra el camino justo.
 
La fe hay que alimentarla: formación, oración, obras de misericordia y Eucaristía.
 
Fabio Antonio Fernández Torres.
 
 

 
 

 



jueves, 27 de octubre de 2016

FIN DEL AÑO DE LA MISERICORDIA



Un año Jubilar de la Misericordia que efectivamente concluye el próximo 20 de noviembre, durante la festividad de Jesucristo Rey del Universo y que el Papa Francisco clausurará en Roma.
La bula "Misericordiae Vultus" fue la que convocó dicho año Jubilar, intención del Papa para que todos tengan el bálsamo de la misericordia de Dios, y puedan gozar del presente en el Reino de Dios también presente.>>>Pincha aquí y lea la bula <<<

. “Eterna es su misericordia”: es el estribillo que acompaña cada verso del Salmo 136 mientras se narra la historia de la revelación de Dios. 

Dicho esto, la misericordia que ha representado este año jubilar extraordinario, no debe concluir efectivamente nunca, sino que continúe eternamente su acción bondadosa, demostrando nuestra preocupación por el prójimo al que amamos con todo nuestra predisposición, y entrar en un
 cultura de la misericordia como he propuesto ya en varios artículos.  Quien la convocó así lo pedía: para siempre fuera una de las bases más importantes de los cristianos.


La falta de paz, la esclavitud, la exclusión, la pobreza, la persecución aún persisten en nuestro mundo, y somos responsables todos, no podemos permitir esta desolación, falta de esperanza y caridad entre los hombres;  para cambiarlo tenemos que empezar por ser misericordiosos, generosos, dialogantes, alegres, evangelizadores, predicar nuestra fe, la del amor y la vida eterna, la de la resurrección, comenzando por nuestro alrededor más inmediato, nuestra familia, amigos, conocidos, todo ello sin miedo, sin soberbia, siendo valientes, humildes, así  prodigará el amor y abatirá el odio.


La Iglesia Católica es una Iglesia viva de un Dios vivo, porque Dios está entre nosotros, y lo tenemos de cuerpo presente en el Sagrario, y a Dios lo adoramos porque es nuestro Creador,  junto a Él, es solo posible ahuyentar y alejar al demonio. 


No nos alejemos de la fe, perseveremos a diario, conociendo, leyendo, estudiando, en definitiva, formándonos para en la vida actuar con más firmeza el camino del Señor, y lo tenemos también presente con el Espíritu Santo que nos fortalece y nos cuida con energías renovadas en cada momento. La Trinidad Santa de nuestra fe, de nuestro único Dios nos lleva siempre al gozo y al amor de un Reino distinto, donde los soberanos somos todos sus hijos llenos de paz.


Con María Santísima tenemos un gran escudo contra las amenazas demoníacas que se nos presentan a diario; sólo recordar la dulzura y paz de la Madre de Dios nos inspira perseverancia en la Fe.




Sigamos usando la misericordia como fuente para alimentar a nuestro prójimo.



Este artículo lo escribe Fabio Antonio Fernández Torres, Presidente del turno Vigen de las Penas. ANE. Málaga

martes, 25 de octubre de 2016

EL PERDÓN SINCERO A UN HERMANO EN EL SEÑOR

EL PERDÓN SINCERO A NUESTRO HERMANO EN EL SEÑOR.

Presentémonos al Señor con el perdón a nuestros hermanos, un perdón sincero, entregándole toda la confianza, mostrándonos humildes y arrepentidos de juzgar al que tenemos que amar, al prójimo, máxime cuando sin culpa, como Cristo Nuestro Señor, fue juzgado y condenado por los hombres. No seamos fariseos, de falso corazón, con argucias y gestos "cara a la galería" ocultando las imperfecciones, faltas y pecados que cometemos todos los mortales, seamos cargadores, cada uno, de nuestra cruz, con humildad y cada vez que caigamos, volver a levantarnos, seguir nuestro calvario personal, hablando con nuestro Padre Celestial y pidiéndole su auxilio y su gracia, amándole sobre todas las cosas, teniendo presente siempre a la Santísima Virgen que nos proporciona dulzura y amor a raudales.
Actuar con valentía, sin soberbia, humildes, estemos siempre, ¡siempre intentando conocer a Cristo!, ¿qué hizo Cristo en cualquier situación que se nos presenta?

Fabio Antonio Fernández Torres

lunes, 19 de septiembre de 2016

SAN FRANCISCO JAVIER ENTUSIASTA PROPAGADOR DE LA FE

San Francisco Javier es  ejemplo del entusiasmo desde la humildad para propagar la fe de Nuestro Señor Jesucristo a todos aquellos a los que les faltaba por conocer el Reino de Dios.
San Francisco Javier. Parroquía en Málaga.
Nació en Javier, cerca del río Aragón en un valle próximo a los Pirineos en el reino de Navarra, sexto hijo de Juan de Jasso y María de Azpilueta el 7 de abril de 1506, de familia pudiente, su padre era uno de los hombres más importantes de Navarra, el de más confianza del rey de Navarra, aunque pronto siendo aún muy joven, el padre falleció, el Castillo de Javier fue demolido como resultado de la sublevación que Navarra tuvo con Castilla, quedando mermada y muy afectada la economía familiar, tras sus primeros estudios se fue a la Sorbona de París en 1525, allí formó un buen grupo compacto gracias a San Ignacio de Loyola que lo atrajo a su propósito de expansión de la fe, comenzando el inicio de la  aventura jesuita el día de la Asunción de 1534. A partír de este año Javier fue un misionero incansable, de gran energía y entusiasmo desde la humildad y la pobreza propia, Todo su afán era servír, mostrarse alegre a los demás, no importarle las dificultades que se presentaban, y en medio de ello llevar la Verdad y la Luz de Cristo,  el hombre se puede salvar,  comenzar el Reino, el amor mutuo, volcarse en los más necesitados. 
Nuestra Señora de Javier.Patrona
de la ciudad.
Zarpó en 1541 para la India, para comenzar la misión, durante el viaje en barco, pasó hambre y contrajo la peste de la cual sanó, el seis de mayo de 1541 llegó a la isla de Gao, la explosión de su misión dio resultados inmediatos en tan solo 5 meses, creó escuelas, organizó catequesis y fortaleció la práctica de los sacramentos, se puede decir que Gao se convirtió en el centro de la cristiandad de oriente; siguió su propagación con grandes frutos por Japón, China, India, por todos estos lugares en palabras de otros tiempos se diría que fue "salvando almas". Tuvo la gracia del Señor para hacer milagros. Falleció el 3 de diciembre de 1552 a los 46 años. Sus tumba se encuentran en la Isla de Goa.

Destacar del santo dos etapas quizás decisivas en su corta vida pero inmensa en frutos para el Señor:
-  la infancia y primera juventud junto a su madre que le inculcó la fe en Cristo, y dos imágenes a las que tenía   gran devoción, Ntra. Sra. de Javier y el Cristo de la Sonrisa.

Cristo de la Sonrisa. Siglo XV
talla gótica en madera de nogal
Javier.
- durante su etapa de formación universitaria, conocer a San Ignacio de Loyola y seguir su misión.

Fue canonizado por la Iglesia el 12 de marzo de 1622 por Gregorio XV, Papa.
En 1904 el Papa Pio X lo nombró patrono de la Propagación de la Fe y Patrón universal de las misiones.

Se celebra en su honor una novena de gracia del 4 al 12 de marzo de cada año, contando con la indulgencia plenaria para quien la realice cumpliendo los nueve días y en uno de ellos confiese, comulge y ruege por las intenciones del Papa.

Aquí os dejo una oración que compuso el santo:

Eterno Dios, Creador, de todas los cosas, acordaos que Vos creásteis las almas de los infieles, haciéndolos a vuestra imagen y semejanza. Acordaos, Padre Celestial, de vuestro Hijo Jesucristo que, derramando tan liberalmente su sangre padeció por ellas. No permitáis que sea vuestro Hijo por más tiempo menospreciado de los infieles, antes aplacado con los ruegos y oraciones de vuestros escogidos los Santos y de la Iglesia, Esposa benditísima de vuestro mismo Hijo; acordaos de vuestra misericordia y, olvidando su idolatría e infidelidad, haced que ellos conozcan también al que enviásteis Jesucristo, Hijo vuestro, que es salud, vida y resurrección nuestra, por el cual somos libres y nos salvamos, a quien sea dada la gloria por infinitos siglos de los siglos. Amén.


Hoy día en la medida personal de cada uno tenemos la misión de propagar la fe de Nuestro Señor,
pidamos la intercesión del Santo, que en aquellos años necesitaba de desplazarse en largos y duros viajes, hoy conocemos
medios más rápidos, al igual que tenemos muy cerca a donde acudir para presentar, dar a conocer la Buena Nueva de Nuestro Señor, muy cerca, al lado mismo de casa, en estos tiempos muchos son los que están faltos de conocer la Verdad, los que se apartaron por desencanto, los confundidos con luces que brillan pero no iluminan, así pues, como dice el Papa Francisco, convirtámonos en agentes evangelizadores, y llevemos nuestra fe a los demás. 
Para ello perseverar en la  formación cristiana, devoción eucarística, oración y obras de misericordia.









domingo, 7 de agosto de 2016

PERSEVERANCIA EN LA FE

La fe en Cristo, en su Palabra, en su Reino, en la resurrección, nos llega heredada a la mayoría de los católicos desde el nacimiento, y así desde pequeño crecemos en esta fe; para no debilitarla, para tenerla siempre con nosotros hay que cuidarla.
Es preciso educarse en ella, primero los padres y la Iglesia siempre son el buen camino para recorrer sin alejarse, la perseverancia es necesaria siempre, el conocimiento, la formación, la oración, la meditación, dan fuerza y sabiduría.
Contamos con la guía y ayuda de la Santísima Virgen en todo momento para vencer y seguir adelante en nuestra dicha.
 Con los sacramentos de la Iglesia que nos inunda de Espíritu Santo, nos da fuerzas y alegría de ser Hijos de Dios, con el Cuerpo y la Sangre de Cristo que tomamos en la Eucaristía en comunión ante el altar, comunión con Dios, con nuestros seres queridos difuntos y vivos presentes.
Con la felicidad de adorar a nuestro Dios en presencia real en el sagrario.
El Credo de nuestra doctrina nos recuerda cuando lo pronunciamos nuestras creencias, nuestra fe, personalmente recomiendo que rezarlo todos los días es un buen ejercicio para perseverar.
Poner en acción las obras de misericordia.
"Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo"


jueves, 7 de julio de 2016

SER PERDONADO PARA PERDONAR por Manuel Ángel Puga

De la revista "El granito de arena" del pasado mes de junio reproducimos la siguiente carta publicada en la página 29 de dicha publicación, por verla muy interesante y esencial para este jubileo del Año de la Misericordia, con palabras del Papa Francisco y el mensaje de Jesús desarrolla esta singular carta de la que podemos tras su lectura obtener conocimiento y frutos para comprender el entusiasmo cristiano, no es otro que el Amor, una verdadera revolución de paz, de amor y de oración.

Recientemente he leido y comparto totalmente que si no hay amor al prójimo, solo con el amor a Dios, no hay nada de nada.

Reproducción de la publicación:

Cordialmente, una carta para ti

Ser perdonado para perdonar.


Apreciado lector: Como bien sabes, estamos en pleno Año Jubilar de la Misericordia y, por esta razón, es fácil comprender que el papa Francisco hable frecuentemente de la misericordia de Dios. Así ocurrió, por ejemplo, el pasado día 30 de marzo, durante la Audiencia general en la Plaza de San Pedro, al hacer referencia a la última catequesis del ciclo dedicado al tema jubilar a la luz del Antiguo Testamento.
En aquella ocasión el santo padre hizo una interesante meditación sobre el Salmo 51, llamado Miserere, al destacar que en él la petición de perdón va precedida del sincero reconocimiento y confesión de la culpa. El título de este salmo recuerda al rey David y su pecado de adulterio con Betsabé, esposa de Urías, al que además envía a la muerte. Después de que el profeta Natán le hiciera ver su horrible pecado, David reconoce su culpa, se arrepiente y suplica a Dios que le perdone: «Tenme piedad, oh Dios, por tu clemencia, por tu inmensa ternura borra mi iniquidad. ¡Oh, lávame más y más de mi pecado, y de mi falta purifícame!».
Necesidad del perdón Como subraya el papa Francisco, en esta invocación del rey David se pone de manifiesto la única cosa que el hombre ansía cuando verdaderamente reconoce que actuó mal y está arrepentido de haberlo hecho: la necesidad de ser perdonado, de sentirse limpio y liberado del mal. Es entonces cuando nos damos cuenta de que estamos necesitados de la misericordia de Dios. Y es en este momento cuando el Pontífice repite insistentemente estas palabras: «Dios es más grande que nuestro pecado. No olvidemos esto, ¡Dios es más grande que nuestro pecado!... Dios es más grande que todos los pecados que nosotros podamos hacer. Dios es más grande que nuestro pecado». Reconfortantes palabras que nos recuerdan la infinita misericordia de Dios. Esa misericordia es la que hace que jamás nos abandone, a pesar de los muchos pecados que hayamos cometido… ¿No es maravilloso, estimado lector, saber que Dios siempre nos tiene abiertas las puertas del perdón? Este salmo nos dice que quien busca el perdón de Dios, quien confiesa sus culpas y se arrepiente, busca la total eliminación del pecado: «Dios quita nuestro pecado –dijo el papa– desde la raíz, ¡todo! Por ello, el penitente se vuelve puro, cada mancha es eliminada y él ahora está más blanco que la nieve incontaminada». Realmente, estas palabras constituyen un gran aliciente para el arrepentimiento y para pedir a Dios perdón. Ser generosos en el perdón Sin embargo, no debemos conformarnos, apreciado lector, con pedirle perdón a Dios y con sentirnos perdonados. Esto sería demasiado egoísta por nuestra parte. Hace falta algo más. Hace falta que a su vez nosotros perdonemos a los demás… Lo decimos en el Padrenuestro: «Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden». En la oración que Jesús nos enseñó pedimos que Dios nos perdone, al igual que perdonamos a quienes nos han ofendido. Si hemos sido perdonados, debemos ser generosos y perdonar nosotros también. Por este motivo, el santo padre recordó en aquella Audiencia general que el perdón de Dios es algo que todos necesitamos y que este perdón es el signo más grande de su misericordia. Ahora bien, todo pecador que haya sido perdonado está llamado a compartir ese perdón con cada hermano o hermana que se encuentre, es decir, está llamado a perdonar. Con estas entrañables palabras lo expresó el papa Francisco: «Todos los que el Señor nos ha puesto a nuestro lado, los familiares, los amigos, los colegas,… todos, como nosotros, tienen necesidad de la misericordia de Dios. Es bonito ser perdonado, pero también tú, si quieres ser perdonado, debes a su vez perdonar. ¡Perdona!». Después de oír estas palabras ya no cabe la menor duda. Si cada uno de nosotros, tú o yo, amigo lector, quiere ser perdonado por Dios, tiene la obligación de perdonar. La misericordia es un regalo que Dios nos hace. Por ello, también nosotros tenemos que ser generosos con los demás, particularmente, con los que nos han ofendido. Aquí está la grandeza del perdón: ser perdonado por Dios para que después sepamos perdonar. Cordialmente,


Manuel Ángel Puga

domingo, 3 de julio de 2016

¡UNA NUEVA JERUSALÉN!

De la reflexión de la lectura de Isaias 66, 10-14 , que corresponde a las señaladas en la liturgia para este domingo 3 de julio, y en analogía de aquellos tiempos que trataba el profeta con nuestros tiempos contemporáneos, he observado muchas similitudes, en cuanto al terreno social, la corrupción, las injusticias sociales, etc.. coinciden en gran medida los planteamientos de la búsqueda y consolidación de un sistema justo en la sociedad mundial actual; desde nuestra fe en el Señor, no puede ser otro que un sistema de amor y verdad, donde reine la paz y el entendimiento.
Jerusalén es la meta, la salvación, el lugar del Templo de Dios, es Dios presente aquí y ahora. Jersualén no es solo un lugar físico y geográfico, también lo es espiritual, lugar de plenitud, donde se recobra la paz y el amor y donde todos sus moradores estan protegidos por el Señor; con Jerusalén se acaban los lamentos, la tristeza, el duelo pues se dará todo lo contrario, la alegría, la paz, y la seguridad del amor de Dios. El reino de Dios en el Templo de Dios.
Tritoisaías, profeta, nos dice las palabras del Señor para la nueva Jersusalén:
                                         
                                             "...sus lactantes serán llevados en brazos
                                             y acariciados sobre las rodillas.
                                             Como a un hijo
                                             a quien consuela su madre,
                                             así  yo os consolaré a vosotros; "  
          
       Maestá del Duomo de Siena, obra de Duccio di Buoninsegna, una de las obras más famosas de la pintura italiana

Tenemos que buscar incesante y lograr esa Jerusalén nuestra, de todos, hay que acabar con las corrupciones, guerras, terrorismo, hambres, injusticias sociales que desbordan estos tiempos y esperar con fe otra nueva Jerusalén de plenitud en justicia y en amor, donde las familias florezcan en armonía y en el sosiego que da Dios a sus hijos.

Fabio Antonio Fernández Torres.
Adorador Nocturno del turno Virgen de las Penas.

martes, 28 de junio de 2016

NO HAY QUE TENER MIEDO, TENIENDO FE

Ante los tumultos, las desgracias, el mal en general de este tiempo concreto, aquí y ahora, las condiciones donde se mueve el ser humano, en mayor o menor medida, como el hambre, la enfermedad, las guerras, el paro, la falta de vivienda, de educación, de sanidad, de libertad, etc.. no debemos tener miedo, y debemos de actuar en consecuencia, aportando lo que podamos para luchar contra las lacras de una sociedad que no vive siguiendo el amor, la paz, el perdón y la fraternidad.
Teniendo fe, en sus obras, en Dios, llegará la paz, el sosiego, la verdad, la felicidad, el amor. Él está a nuestro lado, estemos inundados del Señor, porque el nos protejerá de cualquier mal, ya que nos da la fuerza a nosotros mismos para hacer de este mundo el reino del amor.
Es así como debemos propagar el evangelio unos a otros para que su propagación haga entender a todos quien es nuestro Dios el cual mantiene una relación paterno-filial con nosotros. No le demos de lado, estemos con Él en todo momento, podemos disfrutar de las maravillas que nos regala día a día, no enturbiemos "las aguas claras" que nos envía, todo lo contrario comenzemos con una relación de amor fraterno los unos con los otros.
No deben los gobiernos de la naciones, permitir la desatención a los más necesitados, las leyes deben contemplar un nivel básico, al menos, de subsistencia vital y digna, antes de una globalización desenfrenada donde queden relegadas poblaciones enteras a la miseria,  hay que dar dignidad a la persona, volcarse en la manera de que las mismas tengan un "hueco en el carro del progreso", de lo contrario estamos actuando contra-natura, no es ese el camino; al margen de la propia doctrina católica, que por supuesto contempla y advierte todo esto, el hombre debe actuar coherente con su progreso colectivo pero también individual, sin dejar a nadie en la "cuneta", y si eso supone un gasto, o son secuelas colaterales, que así sea, pero que se avance con todos a la vez.

Fabio Antonio Fernández Torres.
Graduado Social.

domingo, 26 de junio de 2016

ENTREGA DE LOS ELEGIDOS.

Ni despedirse siquiera, desprenderse de todo y seguir el Camino. Cuando te arrope el manto como elegido para transmitir y enseñar al pueblo la Palabra, nada te hace falta, porque todo lo tienes ya resuelto, no te has de dedicar a tí, te has de dedicar a los demás, para guiarles, protegerles, y contarles las cosas santas.

Elíseo le preguntó a Elías: ¿qué te he hecho?, porque Elíseo quiso despedirse de los suyos, Elías le dijo "anda y vuelvete", aunque hizo bien de desprendesrse de todo y volverse para seguir a Elías.(Del primer libro de los Reyes).
Aquí tenemos de lleno, contundente y coherencia el proceder de aquellos que sientan "el manto por encima"; todos debemos de orar para que el Padre esté eligiendo; de hecho frecuentemente en la oración de los fieles dentro de la Misa, ¿cuántas veces pedimos al Señor que surgan vocaciones sacerdotales, y religiosas de todo orden?, Él es quien hará saltar la chispa de la vocación en nuestros hermanos.
En la vida terrena cada criatura tiene un carisma especial para realizar tal o cual cosa, también debemos en este caso seguir la inspiración y desarrollar tal gracia, pues también es una elección concedida por nuestro Señor.
En definitiva, con la elección se concreta la entrega, entrega que se traduce en amor a Dios y al prójimo.
Siempre debemos de tener presente un hueco en nuestras oraciones individuales o colectivas para esta cuestión, por la importancia de todo el pueblo de Dios.

La Carta Encíclica del Papa Pablo VI: Populorum Progressio (1967), encierra un estudio muy interesante para seguir desarrollando, si la leemos vemos que el Papa es un adelantado y que todo lo anterior sirve para que esos elegidos pongan todos manos a la obra en conseguir un progreso sin exclusiones sociales del hombre, en el párrafo 1 del preámbulo se ve la dimensión y alcance de la carta y en el 15 la vocación al desarrollo.

1.El desarollo de los pueblos y muy especialmente el de aquellos que se esfuerzan por escapar del hambre, de la miseria, de las enfermedades endémicas, de la ignorancia; que buscan una más amplia participación en los frutos de la civilización, una valoración más actuva de sus caulidades humanas; que se orientan con decisión hacia el pleno desarrollo, es observado por la Iglesia con atención. Apenas terminado el segundo Concilio Vaticano, una renovada toma de conciencia de las exigencias del mensaje evangélico obliga a la Iglesia a ponerse al servicio de los hombres, para ayudarles a captar todas las dimensiones de este grave problema y converncerles de la urgencia de una acción solidaria en este cambio decisivo de la historia de la humanidad.

Vocación al desarollo
15. En los designios de Dios, cada hombre está llamado a desarrollarse, porque toda vida es una vocación. Desde su nacimiento, ha sido dado a todos como un germen, un conjunto de aptitudes y de cualidades para hacerlas furctificar: su floración, fruto de la educación recibida en el propio ambiente y del esfuerzo personal, permitirá a cada uno orientarse hacia el destino, que le ha sido propuesto por el Creador. Dotado de inteligencia y de libertad, el hombre es responsable de su crecimiento, lo mismo que de su salvación. Ayudado, y aveces es tratado, por los que lo educan y lo rodean, cada uno permanece siempre, sean los que sean los influjos que sobre él se ejercen, el artífice principal de su éxito o de su fracaso; por sólo el esfuerzo de su inteligencia y de su voluntad, cada hombre puede crecen en humanidad, valer más, ser más...

La carta da pié en la actualidad para seguir ahondando, ya desarrollada por supuesto por sus sucedores en diferentes documentos y acciones pero que es muy atractiva para continuar estudiando y profundizando

Fabio Antonio Fernández Torres.
Adorador Nocturno "Virgen de las Penas".
Málaga.




viernes, 24 de junio de 2016

LA PERSEVERANCIA EN LA FE DE CRISTO

Ya sabemos de la Palabra del Señor que "la mies es mucha y los obreros pocos", debemos pedir a Dios que envíe obreros; por otro lado, también sabemos que son pocos "los elegidos"; así que cuando veamos en estos tiempos falta de seguidores, de vocaciones, de dedicación al Señor, no nos agobiemos, porque no somos nosotros quienes elegimos sino el Padre, son los elegidos por Él, estos deben saber de su fortuna porque están destinados a propagar y perseverar en la Fe.

La perseverancia, es siembra, es caminar hacia la salvación, hay que sufrir la Cruz, caminar hacia Jerusalén, conseguir en el banquete eucarístico el encuentro con Dios. 

Siempre presente la paz del Señor, la fe en el Reino, la verdad santa, la resurrección, la vida eterna, ese es el camino, camino de salvación y gozo. Dejarnos acompañar por el Señor en todo momento, sin desviarse ni olvidarse, sino sembrando y cosechando su Palabra.  Jamás debemos de excluir a nadie, no enfrentarse, todo lo contrario mostrar la paz y cumplir con nuestro camino.

Habrá quienes nos miren y nos desprecien, ya sabemos eso de "miran pero no ven", no ven las maravillas del Señor, en esta vida hay tantas cosas maravillosas, ¿cómo serán de maravillosas las de la vida en el Reino, el de los Cielos?  Imagínense hermanos lo que Dios tiene para nosotros.

Gracias al Espíritu Santo, invocando a su fortaleza nos transmite los dones necesarios para perseverar y no caer, para amar al prójimo y no enfrentarse, para mostrar las grandezas del Señor.

En una ocasión el Papa Benedicto XVI señaló que la fe, el coraje y la perseverancia de los mártires son un noble testimonio rendido a la verdad del Evangelio de Cristo, en que los fieles deben tener los ojos fijos. (Año 2013, Congreso tiutlado "Concilio Vaticano II y la Iglesia").

Fabio Antonio Fernández Torres
Adorador Nocturno. Málaga




miércoles, 15 de junio de 2016

CUESTIÓN DE FE

A veces no creemos lo suficiente para lograr entender que todo se nos dará, es la falta de fe. 
Debemos de actuar con toda libertad, así lo quiere el Señor, siendo consecuentes de nuestros actos, actuando tal y como somos y como quiere Jesús, sin actuar por el que dirán. Ser libres y no mentir en nuestra vida, transparentes al igual que quisiéramos que sean con nosotros los demás. 
Actuando de buena fe, arrepintiéndonos de nuestras faltas y solicitando el perdón cuando ofendemos, tanto al prójimo como al Padre.
Si tenemos en verdad fe, la debemos de alimentar para no perderla, para crecer en ella; alimentarla es practicarla con el conocimiento, la oración y las obras. No seamos como quienes dicen "eso es para los curas", no eso es para todos los cristianos, los sacerdotes y presbíteros tienen aparte un ministerio enomendado por el Espíritu Santo, como es el de administrar los sacramentos, insisto para los cristianos es fundamental practicar la religión, no es otra cosa que vivir la fe y transmitirla.
Muchas son las pruebas que suceden en la vida donde precisamente se nos presenta poner a prueba nuestra fe, y ahí debemos de estar alerta, "tener el candil encendido", porque si nuestra preparación es débil, muy frágil será esa fe.
Somos el pueblo cristiano un pueblo perseguido, así será por nuestra fe, la de la resurrección, la vida eterna, el reino del amor, pero eso nos da más fe aún porque conocemos la misericordia de nuestro Dios, que como sabemos se hizo Hombre y padeciendo por nuestras culpas nos redimió en la Cruz, ofreciéndonos la salvación y la vida para siempre; esta es la fe.
Contamos con una Iglesia universal que nos protege, cuida, arropa, ama, nos regala conocimiento propagando la Palabra, y además una Madre y Reina que nos mima y guía, la Santísima Virgen. Con todo esto tenemos la esperanza de conseguir propagar y hacer como agentes evangelizadores que la Palabra llegue a todos los confines de la Tierra.
Fundamental es en nuestra fe saber perdonar, no un perdon a medias, sino total, incluso más allá, volver a confiar, arropar, y alentar al prójimo que haya cometido falta y ha sabido arrepentirse; recordar la alegría que suposo "la vuelta al rebaño de la oveja perdida", para su pastor.

Fabio Fernández Torres.
Adorador Nocturno. 

sábado, 4 de junio de 2016

¿POR QUÉ ME BUSCÁBAIS?

No hay que contentarse y buscar acomodo, sosiego y tranquilidad en seguir la Fe, sino todo lo contrario hay que actuar con la Palabra sin perturbar pero diciendo la verdad, no hay que conformarse con contar lo que quieran oir, sino todo el contendio; repetir, reiterar hasta la extenuación que todo es AMOR, que la Misericordia de Dios es infinita y su justicia la verdadera.

Esta Misericordia sin medidas no es para la redención de una parte o el perdón a medias, es una misericordia completa y más aún, es alegrarse del hermano redimido, y compartir con él "los mejores manjares".  

Todo cristiano debe salir al encuentro de "ovejas perdidas" para sanarlas, para rescatarlas, para devolverlas a la mansedumbre del rebaño, bajo el cuidado del pastor, y alegrarse y anunciar a todos la vuelta y la curación. 

Mucho tiene que ver Dios Espíritu Santo en nuestro regreso al "rebaño", porque para volver y ser encontrado y rescatado tuvo que recibir su llamada, y con ella el arrepentimiento ya sea por una causa u otra, recibiendo la plenitud de la infinita misericordia, no un poco, no una parte, sino la totalidad del perdón.
Es aquí donde tenemos que tener presto nuestros oidos y nuestros sentidos a lo que hace el Señor y hacerlo también nosotros con nuestros hermanos, dejarse de tanta acusación , y al hermano arrepentido, que además puede ser inocente de culpas que han trazado o realizado otros, arroparlo, protejerlo e integrarlo en "el rebaño". 

Decía  Jesucristo a sus padres de pequeño, cuando se quedó en el templo tres días, razonando con todo el talento, pues estuvo perdido de sus padres y al ser encontrado en el templo por ellos, dijo: ¿por qué me buscabais?, no sabeis que tengo que estar en el Templo junto al Padre. Allí el pequeño Jesús, ya estaba en el inicio de decir no sólo lo que gustaba oir, sino lo difícil, era inminente con su preparación la expansión de la Palabra con la sobriedad, los padecimientos que conocemos y de esa forma cumplir la tarea evangelizadora.



viernes, 3 de junio de 2016

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS: "LA ALEGRÍA DE ENCONTRAR LA OVEJA PERDIDA"

Jesús nos presenta su corazón, todo es amor hacia nosotros, un amor sin límites,  hasta el punto de brindarnos con su muerte la redención de nuestras culpas,  regalandonos la vida eterna. 
Este corazón representado de forma extracorpórea en la representación de Cristo nos abre el entendimiento de la fuerza con la que nos ama el Señor.
Estamos guiados por una fe que nos lleva a la salvación, a la alegría, a la felicidad, a lo que es el Reino de Dios, un reino de amor y paz.
La perseverancia en esta fe es crucial para los fieles en el Señor, a veces, como pecadores y en el olvido de todo esto nos perdemos por caminos equivocados, o por caminos que nos trazan otros y sin saberlo caemos en esa ruta alejada. En esta situación hay que acordarse del Corazón de Jesús, de la verdadera fuerza de su amor por nosotros, por recuperarnos, por encontrarnos; así volveremos al camino seguro, donde estaremos arropados por todos en la misma fe.
La alegría del retorno, del encuentro supone un éxito para todos, de nada sirve culpar ni condenar, todo lo contrario sería funesto, doloroso, desgarrador para quien con amor al Señor vuelve a su sendero a su mansedumbre, así lo dice el Señor: "¡Alegráos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido" (Lucas 15,5).

Todo el mes de junio está dedicado al Corazón de Jesús, para recordar el amor inmenso hacia nosotros. Vamos a responderle al Señor con el mismo amor, en nuestra vida diaria y con los demás.

Por: Fabio Antonio Fernández Torres. Adorador Nocturno, turno "Virgen de las Penas".


miércoles, 1 de junio de 2016

SEGUIR, IMITAR A CRISTO. DISCÍPULOS.

Jesucristo, con la buena nueva, con la Palabra de Dios, nos enseña un camino a seguir, todo ello con un "amarse los unos a los otros como el Padre os ama".
Nos regala la vida para siempre, con su muerte en la Cruz nos redime ante el Padre de nuestros pecados, así es la misericordia infinita de Dios; no se trata de dar algo de misericordia sino toda la misericordia completa.
Todo el que pide perdón debe ser perdonado y concedida esa misericordia que nos enseña Dios, no es otra que ofrecerle toda la confianza, todo el perdón y no tenerle nada en cuenta.
Los involucrados por la culpa de los demás, sin saber de ese mal, pagan culpas que le son ajenas; a estos debemos no solo darles toda la confianza sino el aliento y apoyo para soportar el sufrimiento y dolor que atraviesa.
Esta andadura de ser seguidores, discípulos, agentes evangelizadores, como exhorta el Papa Francisco a todos los creyentes,
 la emprendemos desde hoy día primero del mes de junio del dosmil dieciséis, con el propósito de dar a conocer a Cristo, para ello nos encomendamos a la Santísima Virgen que será nuestra base más fuerte de la Fe, puesto que es Madre de Dios y Madre nuestra.

Iglesia de San Antonio de Lisboa

Iglesia de San Antonio de Lisboa. Moneda recuerdo de la visita a la Iglesia de San Antonio Junto a la catedral de Lisboa, en la freguesia (b...