lunes, 6 de noviembre de 2017

LA LLAMADA DE DIOS

























La llamada de Dios es irrevocable, la llamada se produce a cualquier edad, en cualquier cincunstancia y no se puede anular, es una elección divina.. Desde el sentimiento y la mente humana nada se puede hacer más que obtenerla en forma de don; es inexplicable, sin razón aparente de los mortales, es individual.
Llenarse de gracia para ejercer los designios, para realizar las encomiendas dadas al elegido; nada se escapa a Dios, las grandezas y las pequeñeces son atendidas por él y sus elegidos a través de la llamada; carismas con la que cada individuo de estos realizan obras buenas desde la humildad y con la fe.
Dios es todo amor, todo misericordia.
Su ciencia y conocimiento infinitos, la generosidad de Dios es tan profunda que a pesar de las faltas de sus criaturas humanas, de sus hijos, los hombres, haciendo uso de su amor y misericordia les ofrece el don de la vida, una vida humana pero también una vida eterna, espiritual, una vida con cuerpo y forma, es la Resurección del hombre que ya no padecerá jamás.
Dios creador y eterno.
Ya San Pablo en la carta a los Romanos nos lo dice: "El es el origen, guía y meta del universo".
¿Qué hacer ante la llamada de Dios?
Conservarla en el interior sin publicar ni comunicar, conservarla propia y dejarse guiar por Él, estar alerta y ser perseverantes en la fe, transmitir todo el amor recibido a los demás, cargar con todos los obstáculos y faltas que acontecen en la vida propia y actuar en "los caminos" que decida el Señor para su mayor gloria.
También se dan vidas entregadas a Dios que no han notado, no han percibido la llamada, en cambio, su obra y entrega a Él han dado grandes frutos para el Reino del Amor.
Todos los que han recibido la llamada, tanto si la han percibido como si no, tienen en común el convertirse en "eco del Señor" hacia todos los semejantes.
La humildad es pasar desapercibido ante los demás, tener una generosidad amplia al prójimo, que las obras buenas, el esfuerzo en transmitir el evangelio, la entrega a los menesterosos, se conviertan en una entrega a cambio de nada, que sea de corazón, sin dejar huella del "ego", todo sea para engrandecimiento de Dios.
No hay mayor satisfacción que trabajar en silencio, sin "salir en la foto" para mejorar y dar luz de verdad y vida al prójimo necesitado y encuentre el camino que le lleve al Creador.

por: Fabio Antonio Fernández Torres.
Jefe del turno Virgen de las Penas de la A.N.E.

viernes, 23 de junio de 2017

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.(Primera carta del Apóstol San Juan).

Tenemos que saber que todo lo que Dios hizo y hace es por amor a sus criaturas, amor inmenso y paternal.  Con su poder todopoderoso nos regaló la vida, nos encomienda tener los unos con los otros una relación de amor filial y así obtener la vida eterna y la resurrección después del paso por la vida terrenal. 
Bordado Iglesia San Nicolás
de Gante, Bélgica.
Esa otra vida plena que nos brinda haciendo el camino de Jesús en este mundo, por cierto, una vida humana llena de penalidades e imperfecciones, debemos superarla con la  perseverancia en la fe, la misericordia, la humildad  y el perdón de todos para todos, superando las faltas cometidas, es el amor a nuestros semejantes, darnos, entregarnos al prójimo y a Nuestro Señor, igual que El nos entrega su Sagrado Corazón para salvarnos de la muerte.
Contamos con la ayuda colosal de la Madre del Señor, acordándonos siempre del "Hágase" que Ella pronunció, no cabe más humildad y sencillez que esta palabra, y nuestro corazón debe abrirse siempre presto a la ayuda y servicio de los demás, aunque nuestra aportación sea como un pequeño "grano de arroz", porque así lo creamos o lo veamos, o porque nuestro alcance sea también pequeño, pero seguro que  a los ojos del Señor es una inmensidad; el ejemplo personal en la vida cotidiana debe mostrar la alegría del evangelio, esa alegría que contagia y que llena el corazón de la verdadera esperanza en Dios.
La Iglesia tiene un corazón grande, nos une, nos lleva por el camino para superar las carencias espirituales y humanas, nos refuerza en nuestra fe. En los templos Dios nos espera en el Sagrario, allí podemos estar con Él, hablar, preguntar, decir, adorar; en la Eucaristía nos ponemos en comunión con Él en la misma mesa, a la misma mesa que acuden tantos creyentes, los de aquí y los de allí. 
Los sacerdotes, gracias a ellos podemos usar de los sacramentos que nos unen a Dios, pidamos siempre por ellos y por nuevas vocaciones.

Fabio Antonio Fernández Torres.
Presidente del turno Virgen de las Penas de la Adoración Nocturna.

domingo, 4 de junio de 2017

PERDÓN, AMOR, Y PENTECOSTÉS

La Iglesia es Universal, así lo quiere Dios, es capaz de que todos entiendan el mensaje, entiendan su Palabra. El Señor quiere que todos conozcan las grandezas y maravillas del Reino, somos sus criaturas, sus hijos, por amor ofrece su eternidad a todos y cada uno de nosotros, nos pide liberarnos de los pecados, alejarnos del mal, acudir a su encuentro y obtener la salvación con la resurrección.
Bendito sea el Espíritu Santo que nos da la fuerza, la energía para entendernos todos, para unirnos al Señor, no rechacemos esta fuerza, la que nos ayuda a superar la tentación, a salir del mal, a presentarnos llenos de esperanza y de verdadero amor.

Es la comunidad de todos la que nos une y salva, es la Iglesia Santa a la que pertenecemos, cada uno forma parte de la misma, cada uno ejerce la fuerza que el Espíritu Santo le ha dado para ayudarse los unos a los otros, para ese amor correspondido. Con el ejemplo de la Virgen María que nos acoge como hijos suyos, así es la Iglesia.
Cristo está alimentándonos con su Cuerpo y Sangre en la Comunión, en una mesa espiritual y también física, Cristo presente nos regala la resurrección entrando en nuestras propias almas, en nuestro propio cuerpo.
La Iglesia Universal, unidad desde la diversidad se construye siempre desde y con el perdón, quiero dejar la siguiente frase de nuestro Papa Francisco que ha dicho hoy en la Misa de Pentecostés para reflexionar sobre ella: "El perdón libera el corazón y le permite recomenzar: el perdón da esperanza, sin perdón no se construye la Iglesia"
Siempre nos recuerda el Papa esa palabra, perdón… así es como verdaderamente, cuando es de corazón, confirmamos nuestro amor al prójimo; os recomiendo una lectura de la homilía completa de este día en el Vaticano.  El perdón en su doble vertiente, el de pedir perdón y el de perdonar, eso es amor, esa es la fórmula para construir Iglesia.
Conocemos un caso, lleno de humildad, no sin haber pasado por el dolor físico y psíquico, de que te juzguen y condenen sin ser culpable, sin tener culpa de las acusaciones que le hacían sin que hicieran caso de sus testimonios, y sin estos y sin pruebas condenar al inocente, y este por amor, por resignación, también por pena y valor aceptar la culpa y morir en la Cruz, y murió pidiendo el perdón para todos, y con este perdón nos regaló la resurrección y la eternidad. Saquemos conclusiones y actuemos siempre como Él lo hizo.
Nuestra fe en Cristo estará siempre en nuestra vida, muchos hermanos lo demuestran a diario, unos con su propia vida, con las persecuciones recibidas, con las culpas a las que son sometidos, a esos a los que no les llega el perdón, a los que no perdonan.
Pidamos siempre al Espíritu Santo que nos envíe su fuerza, que nos dote de los dones necesarios para afrontar esta vida por el camino de la salvación y del amor.

Fabio Antonio Fernández Torres

Turno “Virgen de las Penas” de la Adoración Nocturna.

viernes, 12 de mayo de 2017

EL CORAZÓN DE JESÚS ESTÁ ESPERANDO QUE LOS SUYOS LE DEJEN ENTRAR. Por: Manuel González Garcia, Santo.

De unas palabras del evangelista San Juan, he deducido que una de las ocupaciones del Corazón de Jesús en el Sagrario, es esperar que los suyos le dejen entrar.
¿Recordáis aquellas palabras: Vino a su casa y los suyos no le recibieron? Yo os invito, almas heridas del abandono del Sagrario, a que os detengáis un momento en esas palabras; "a su casa" y "no lo recibieron".
¿Cuáles son esas posesiones a que vino el Verbo hecho carne? Esas posesiones son la tierra: "Del Señor es la tierra y su plenitud... y a todos los que la habitan" (Sal. 23).

Posesiones suyas son, pues, todos los pueblos de la tierra y todas las casas de esos pueblos y todos los moradores de esas casas. Todo eso es casa del Señor. Los demás amos de la tierra, más que amos son inquilinos de Dios.

Y quiso Dios, lleno de bondad, de generosa delicadeza, visitar a sus inquilinos de la tierra. ¡Tenia tantas ganas de estar cerca de ellos!¡Les hacía tanta falta esa visita!
¡Entre el demonio y el pecado los habían dejado tan desastrosamente perdidos y arruinados!
Y el que era Señor y Dominador universal, se hizo Peregrino del Amor y se puso a llamar a las puertas de las casas de la tierra...

¡Qué pena, Dios mío, que después de ese delicioso "Vino a los suyos", haya tenido que escribir el evangelista el tristisimo, del desolador "Y los suyos no lo recibieron"!

El Peregrino del Amor se puso primero a llamar a las puertas del pueblo donde se dignó nacer como hombre, y dice el evangelista que para Él no había sitio.
Y desde esa primera puerta que no lo deja entrar, ¡cuántas se cierran en su vida mortal y de Sagrario!

De cuántas asambleas, escuelas y hogares, desde entonces hasta ahora, se ha podido escribir como de la posada de Belén: ¡No hay sitio para Jesucristo! Desde entonces hasta ahora, ¡cuántos hombres se pasan la vida escribiendo en la puerta de sus almas con sus obras y muchos hasta con sus palabras: no hay sitio!

Y, ¡si eso lo hicieran sólo los que no lo conocen!
Pero, ¡Jesús mío, Peregrino del Amor desairado!, ¿tan abiertas te tenemos las puertas los que te conocemos y los que sabemos que estás llamando?

Yo también te he hecho pasar días enteros y noches muy largas llamando a mis puertas sin dejarte pasar.
También mi Ángel de la guarda ha tenido que escribir tintas de lágrimas, en el libro de mi vida: Fue a él Jesús y no lo recibió....

Otras veces lo dejamos entrar, pero, sin atrevernos a abrirle de par en par las puertas, ni a dejarlo andar por toda la casa.

Por el postigo de nuestra tacañeria lo dejamos entrar, tenemos como miedo de que visite todo nuestro corazón, todo nuestro pensamiento, toda nuestra sensibilidad.

Podemos decir que todo Jesucristo ha entrado en nuestra alma, pero no en toda nuestra alma. ¡Le reservamos rincones...! ¡Rincones de sensualidades no mortificada, de caprichos no vencidos, de intenciones no rectas, de aficiones no ordenadas...!

No nos atrevemos a desalojarlos de las miseriucas que los llenan, ni a ofender los ojos del buen Visitante llevándolo a que las vea.
Y mientras, Él, encerrado en el Sagrario, sin cansarse y sin protestar, y con el oído alerta por si vienen, se pasa el día y la noche esperando a los suyos...

Y cuando siente pasos y oye murmullos cercanos, ¡con qué presteza y con qué olvido de las malas noches y de los malos días manda abrir la puerta que lo aprisiona y se entra dentro del alma a cuya puerta tanto tiempo llamó...!

Señor, Señor, ¿qué clase de amor es este amor tuyo que se pasa la vida en esperar que lo dejen entrar y que, cuando ha entrado, no se ocupa más que en temer que lo echen fuera...¡sus hijos!?

Señor, Señor, ¡y qué clase de amor es este que se estila entre los hombres, que no se ocupa más que en cerrarte las puertas para que no entres, o echarte a la calle cuando has entrado...?

¡Señor, Señor...! Tú que has permitido que a tus Sagrarios de la tierra pongan llave para que tus Judas de siempre no roben los copones que te guardan Sacramentado, ¡no tendrás una llave para mi corazón, tan codiciado de pasiones ladronas, que sólo Tú pudieras manejar?

¡Madre Inmaculada, ayuda con tu protección y valimiento a forjar una llave de durísimo acero de lealtad y fidelidad al sólo servicio del Jesús de mi Comunión...!
¡Qué Él sólo, abra y cierre...!

martes, 2 de mayo de 2017

AMOR DE CRISTO AL HOMBRE: EL PAN DE VIDA

A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
En el capitulo sexto del evangelio de San Juan dice el Señor: "Yo soy el pan de vida. El que viene a mi no tendrá hambre, y el que cree en mi no tendrá sed jamás".

Con valentía hay que afrontar las penalidades de la vida cotidiana; el hombre necesita de pan y de agua para alimentarse, necesita para ello sortear obstáculos que se presentan, en unos casos un salario bajo que no cubre las necesidades corporales o pero aún el desempleo, la desesperanza de no tener con que cubrir esas necesidades, ya vemos que los poderosos emplean a veces sus esfuerzos y sus planteamientos en asuntos distintos a los de paliar las necesidades básicas de sus semejantes menesterosos, quizá por ignorancia o incluso por egoísmo, en definitiva por desamor.

Cristo entrega a todos los necesitados y desesperados un pan de vida, alimento seguro y eterno con el que superar cualquier barrera que encuentren en el camino, con su entrega de amor, entrega a quien lo siga y crea en Él una actitud alegre, luchadora, esperanzadora, de fuerza y entrega; indica a los poderosos también cómo tienen que entregarse, regalarse a los menesterosos.

Con este mensaje de amar al prójimo, no existirá hambre ni sed física, y más importante no habrá falta de hambre ni sed espiritual; Él es nuestro alimento en la Eucaristía, sin hipocresía pues de nada sirve tomar el cuerpo del Justo si no hacemos lo que nos pide con nuestro hermano necesitado.

Estando en el Señor y con el Señor la vida diaria es diferente, se acaba la tristeza y el desaliento, aumenta la fuerza y la valentía para dar salida a las faltas, se acabaran los enemigos, el amor impide tenerlos; si te sientes lastimado por alguien, ámalo, no rechaces a nadie, ámalo, en poco tiempo no tendrás nada más que amigos por todos los lugares.

No tengas miedo de denunciar, no para delatar, juzgar o condenar, las acciones contra el amor entre los hombres, sino para corregir a quienes no ven que se produce desamor con leyes, pensamientos, ideas, comentarios, etc.. ofrecer desde la Palabra del Señor una visión acorde con nuestra fe de paz, amor, y resurrección.

Seamos siempre como el Señor y a nuestros hermanos otorgarles siempre el perdón, el perdón de Cristo que es amor, no juzgemos, no condenemos; siempre perdón y corregir al hermano equivocado, 

Fabio Antonio Fernández Torres
Presidente turno Virgen de las Penas de A.N.E. 
Málaga

sábado, 22 de abril de 2017

ID AL MUNDO ENTERO Y PROCLAMAD EL EVANGELIO A TODA LA CREACIÓN

No es una postura cómoda la que un cristiano debe tomar pues en nombre del Señor y estando en Él debe propagar la Palabra, darla a conocer a todos, con valentía, humildad, y alegría.
Dar testimonio, ejemplo de comportamiento cristiano en la vida diaria, no hay que empeñarse en grandes hazañas ni grandes objetivos sino en la aportación por pequeña que sea dirigida al prójimo: una sonrisa, un apoyo, un ánimo, presto en atención y servicio siempre en nombre del Señor.
Perseverar en la fe, basarse en la adoración, la oración, la charla con Nuestro Dios, cara a cara, en relación paterno-filial, visitando y estando delante del Sagrario, en comunicación silenciosa y profunda, ahí sucede todo,
Valerse de la fuerza que nos otorga el Espíritu Santo cuando nos invocamos a Él, cada emprendimiento de cualquier acción que realicemos acordémonos del Espíritu, la facilidad que nos proporciona su intercesión es prodigiosa.
La criatura más maravillosa, la Santísima Virgen es a la que tenemos que dar gracias por su guía, por ser camino recto a Jesús.
Santa María de la Victoria, Patrona de la diócesis de Málaga
La Iglesia nuestra Universal que nos abraza, que nos une a una misma fe, que nos proporciona con sus ministerios y presbíteros la gracia de los sacramentos, la formación cristiana, la guía espiritual y pastoral.
Con todo esto estamos muy bien resguardados para ser agentes evangelizadores y llevar la proclamación del evangelio como nos pide Nuestro Señor, ello a través de la cultura, del arte, de las ciencias, de los avances tecnológicos, de la robotica, incluso de la política, en definitiva por cualquier medio posible y lícito a toda la creación.
Llevar siempre por delante el perdón y el mensaje de amor, con serenidad, sin vanidad, claro y alegre.

Fabio Antonio Fernández Torres
Presidente del turno Virgen de las Penas de A.N.E. Málaga.


viernes, 21 de abril de 2017

LA RESURRECCIÓN DE CRISTO: NUESTRA RESURRECCIÓN

Cristo resucitado es nuestra salvación eterna, nuestra garantía de volver a la vida después de la muerte terrenal, viviremos para siempre si estamos en comunión con Dios,
Estaremos disfrutando de la gloria, del paraiso celestial, una vida plena, gozosa, diferente a la que conocemos en este mundo y eterna.

Desde una percepción humana solo podemos saber que la vida que nos espera tras pasar por la de este mundo es superior en todo lo conocido en plenitud y gozo hasta lo infinito, después del descanso de la muerte llegará la resurrección y la entrada en la gloria.
La vida en la tierra es tan misteriosa como la vida celestial, si tenemos datos de la terrenal porque la padecemos y disfrutamos, la otra vida es aún más misteriosa, solo tenemos testimonios de la Palabra, del que vino entre nosotros, de sus apariciones después de resucitar.
Nuestra fe en la vida eterna pasa por seguir el mensaje de Nuestro Señor, comenzar aquí y ahora con perseverancia y dedicación de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.
Nuestra Santa Iglesia nos acoge con un abrazo fuerte de unión con y hacia Dios para ser salvados por su Todopoderoso poder, salvarse es disfrutar de la resurrección y gozar de la vida eterna.
"Polvo eres y en polvo te convertirás" la sencillez de la frase nos indica el valor, la procedencia y el final de la vida en este mundo; de nada sirve afanarse por atesorar cosas basadas en el ego personal, lo más coherente es pasar una vida dedicada en hacer el bien. 
En nuestro Credo decimos "Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro". 

Fabio Antonio Fernández Torres
-presidente del turno "Virgen de las Penas" de ANE Málaga-




viernes, 10 de marzo de 2017

PRIMERO DE TODO RECONCÍLIATE CON EL PRÓJIMO. Cuaresma 2017

La reconciliación debe ser inmediata. Nuestro Señor lo quiere así, es lo primero de todo antes de presentarse ante el altar; nos pide el Señor que superemos a los escribas y fariseos de cada época para tener vida eterna, para entrar en el paraíso.
¡No se puede ser hipócrita!... y poner cara de bondadoso y buen hijo y estar peleado con el hermano, con el prójimo, no es de justicia y derecho.
La reconciliación no es tan difícil, llevarla a la práctica superando tus miedos, se valiente, consigue superarte, usa la fuerza de la oración, reconcíliate con aquél con el que tienes tantas diferencias, o tantas imaginaciones tuyas, ¡no lo hundas más! habla con el y con Él, veras que es más parecido a ti mismo y siempre encuentra la reonciliación, el perdón, el arrepentimiento y si conservas el dolor ten humildad, si tienes vanidad, orgullo o soberbia ten templanza y medita para aliviar tus temores.
La ayuda del Señor la tienes de antemano, solo faltas tu para encontrarte el amor con el prójimo.
Alégrate cuando lo consigas porque ahora si estas en verdadera comunión con el Padre, comunión de los hijos con el Padre y el Padre con sus hijos.
Tendrás paz, alegría, felicidad a pesar de todas las penalidades propias y ajenas. El gran mensaje de amor te ha tocado, te ha tocado el Señor, la vida tendrá un sentido mayor, agradable, de luz clara, de inmenso amor, verás como se te llena el corazón de perdón sin límites hacia el prójimo.
Cargarás con tu propia cruz con otra alegría y cuando caes te levantarás en un santiamén. Persevera, se justo, ama, perdona, ten caridad, se valiente.

Fabio Antonio Fernández Torres
Jefe del turno "Virgen de las Penas"
Málaga

sábado, 4 de marzo de 2017

LLAMANDO A LOS PECADORES.

La cuaresma tiempo excelente para la conversión, para perseverar en la fe, para orar a Nuestro Señor, para amar al prójimo y practicar la verdadera caridad.

Toda persona tiene en su interior, en su corazón y en el espíritu la fortaleza para entender el camino de auténtica salvación, el surgir de la luz, de apartarse de las tinieblas, del camino equivocado, incluso dedicándose a tareas consideradas por otros como perjudiciales, lejanas de "la línea recta",
pueden encontrar un camino que les lleve a entender la fe. Y tal como hizo Jesús con el publicano, así debemos hacer nosotros con los "publicanos" de nuestros tiempos, acercarnos a ellos, compartir momentos y hablarles del amor de Dios; algunos seguros que se sumaran a Cristo, tal como pasó en aquel otro tiempo.
Recordemos las palabras de Nuestro Señor para cuando os critiquen por tratar con personas mal consideradas: "No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan".


Por: Fabio Antonio Fernández Torres
Adorador Nocturno, del turno "Virgen de las Penas".  Málaga.

miércoles, 22 de febrero de 2017

EL EVANGELIO: PALABRA DE DIOS. EL SAGRARIO, TEMPLO DE DIOS.

En el Evangelio nos encontramos con vivencias del Señor, con la Palabra de Dios que hecho hombre estuvo entre nosotros para regalarnos lo que nos dice, lo que nos pide, y lo que quiere; si meditamos los diferentes pasajes vemos que están inundados de misericordia y de amor, nos muestra con parábolas y ejemplos de fácil comprensión en mayor o menor medida como actuaremos para estar en ese camino de amor al prójimo que quiere nuestro Dios y de la construcción de su reino de paz y alegría entre los hombres, todos hijos suyos.
Sagrario

Como nos dice San Manuel González: "Hora es ya, de descubrirnos el gran revelador del Sagrario, el gran confidente que está en el secreto suyo, el amigo íntimo que nos puede hacer entrar en ese alcázar de las misteriosas maravillas del Sagrario. Tenéis prisa por saber su nombre, ¿verdad? ¡El Evangelio!
San Manuel González

En este párrafo de lo que nos dice el santo descubrimos el Sagrario, para mí es el pequeño templo donde albergua nuestra Majestad Divina, en Cuerpo y Alma, al que nos asemejamos por amor Suyo hacia nosotros,  con el que podemos mantener una relación Paterno-filial, al que contarles nuestras cosas, escuchar lo que nos dice y gracias a la Palabra de Su Evangelio encontrar esa felicidad espiritual tan rotunda que nos alcance a nuestra vida incluyendo la relación con nuestros cercanos y también lejanos. 

Que bien se abre la mente y el pensamiento delante de nuestro Señor, cómo penetra en nosotros su bondad y misericordia, qué fuerzas nos da tras orar con Él presente. Y qué suerte tenemos por tener sacerdotes, vicarios todos de Cristo que nos brindan y otorgan por su misterio del Sacramento de la Comunión el poder de recibir el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. 

Continuará,,,

Fabio Antonio Fenández Torres.
Adorador Nocturno, turno
Virgen de las Penas.
Málaga.


domingo, 19 de febrero de 2017

SANTOS, HUMILDES, COMPASIVOS Y MISERICORDIOSOS

Lectura del libro del Levítico (19,1-2.17-18):

EL Señor habló así a Moisés:
«Di a la comunidad de los hijos de Israel:
“Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor”».

En el libro del levítico la temática principal es la de reafirmar la pureza y la santidad del pueblo de Israel. El levítico es un libro destinado a los levitas pero estos trascienden al resto de Israel, y por ende, a toda la comunidad cristiana en la actualidad, a pesar de ser un libro eminentemente hebreo. Forma parte del Pentateuco.
Cración de la Luz de Gustave Duré
Moisés profeta del Señor transmite la palabra de Dios y dice: “ di a la comunidad de los hijos de Israel”, nosotros también ahora somos esos hijos de la Israel elegida por el Señor, y nos dice: 

      “SED SANTOS, PORQUE YO, EL SEÑOR, VUESTRO DIOS, SOY SANTO”

Somos hijos de Dios, estamos creados a su imagen y semejanza, por ello nuestro afán debe ser parecernos a Él que nos creó, tenemos la obligación de ser santos. La aptitud que debemos de perseguir es la de ser misericordiosos y compasivos y tener humildad de corazón, aceptar al prójimo y entregarle siempre sinceridad y apoyo. Esta es la buena sabiduría para con los demás.
Como en la obras de misericordia que nuestra Iglesia nos exhorta a realizar debemos de corregir al que yerra, indicarles el camino de perfección que nos pide el Señor cuando el prójimo cometa pecado, reprender para que rectifique, subsane, vuelva a la pureza que quiere nuestro Dios, todo ello sin condenar porque no debemos de cargar con ese pecado sino liberarlo, sanarlo, con ayuda y entrega de nuestro corazón.
Moisés con las Tablas de la Ley
Un verdadero perdón hacia el prójimo cuando éste subsanó y se arrepintió volviendo a la pureza de espíritu hacia el Señor, es el olvido de todo ello, incluso más allá, por amor la confianza plena, absoluta, ofreciéndole la vuelta o retorno a sus quehaceres en la comunidad de los hijos Dios.

El perdón de los cristianos es tan fuerte que acepta de nuevo totalmente al perdonado; olvida, ofrece toda la confianza de nuevo sin reparos, sin sospechas, ofreciendo amor incondicional; esto provoca la virtud de la alegría por acoger y por ser acogido, ese es el amor de Dios, la misericordia que quiere que se practique lejos de posturas vanidosas y soberbias, de desconfianzas, de alejamiento, de desamor. Es la cultura de la misericordia, de la unidad ante Dios como hijos de Él. El Evangelio está lleno de pasajes que ilustran este contenido.

Por: Fabio Antonio Fernández Torres
        Adorador Nocturno.

Iglesia de San Antonio de Lisboa

Iglesia de San Antonio de Lisboa. Moneda recuerdo de la visita a la Iglesia de San Antonio Junto a la catedral de Lisboa, en la freguesia (b...