Es nuestra fe la que nos asegura ese paraiso; para ello es nuestro caminar y nuestra peregrinación en la vida terrena tras la Palabra del Señor, el cual tras sufrir, padecer y morir en la Cruz nos salvó perdonando nuestros pecados, asegurándonos también la salvación y resurrección.
El Amor con el que nuestro Dios nos recompensa, nos regala, nos otorga y nos eleva a la vida celestial es por llevar con naturalidad y corazón limpio nuestras acciones personales en la vida, nuestras relaciones con los demás ofreciendo amor fraternal y perseverando en la fe de Nuestro Señor.
Abrazados y unidos a una Iglesia que nos inspira y guía espiritualmente en una pastoral permanente y universal de la que todos formamos parte; imprescindible los sacerdotes que suministran la Eucaristía, el cuerpo y sangre de nuestro Señor, Dios vivo, Dios presente entre nosotros en la Sagrada Forma Consagrada. La comunión necesaria nuestra con Dios y Dios con nosotros en ese momento de tomar el Pan y el Vino, El Cuerpo y la Sangre de Cristo ha de estar precedida de una reconciliación con la que recibimos el perdón de nuestras culpas para que sea una verdadera comunión con el Padre Celestial.
¡Resucitaremos!
Fabio Antonio Fernández Torres
Presidente del turno "Virgen de las Penas"
Adoración Nocturna Española
Málaga.
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